La isla de Evia (la Eubea de la Antigüedad) continúa siendo el epicentro de la mayor catástrofe ecológica de la historia de Grecia.
Octavo día consecutivo, bomberos y vecinos luchan contra las llamas para evitar que el fuego llegue a las viviendas, que amenazan tres aldeas al norte de la isla.
Por el momento, el fuego ha convertido en cenizas más de 45.000 hectáreas de tierra y bosque en Evia, destruyeron miles de casas y provocando la evacuación de al menos 2.000 personas.
Los incendios dificultan la actuación de los medios aéreos internacionales que han acudido en ayuda de Grecia. El capitán Reinaldo Fernández, que se encuentra desplegado con el 43º Grupo de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire, ha explicado a RNE que no han podido actuar sobre Evia. El comandante de aviación, Yorgos Kumendákos, presenta su dimisión, que ha sido rechazada. Está al mando de la gestión y mantenimiento de 14 helicópteros Boeing CH-47 Chinook que tienen las fuerzas de tierra, de los que tan solo tres estaban disponibles para participar en las labores de extinción. El resto no estaba en condiciones de vuelo.
Las autoridades han tenido que echar mano de la colaboración privada (la multinacional Mytilineos ha cedido tres helicópteros) y la ayuda internacional: 1.300 bomberos, 250 vehículos, 14 aviones y 3 helicópteros.
Mitsotakis también ayudará con 500 millones de euros, que se suman a los 1.000 millones previstos a medio plazo.