“Con el propósito de fortalecer las capacidades del gremio palmicultor para desarrollar sus procesos de investigación y de extensión, a la luz de los retos de productividad y sanidad del cultivo de palma de aceite en la zona oriental del país, hoy se inaugura el Campo Experimental Palmar de las Corocoras, en Paratebueno, Cundinamarca, lo cual representa un hito para la gremialidad palmera colombiana”, expresó Alexandre Cooman, director General de Cenipalma.
Este nuevo campo experimental, se suma a la estrategia de continuar fortaleciendo la ciencia, tecnología e innovación en el sector palmero y se enfoca primordialmente en la agronomía del cultivo, con énfasis en el manejo de suelos y en el procesamiento del fruto. Adicionalmente alberga las instalaciones del Laboratorio de Foliares y Suelos de Tecnopalma, que presta servicios especializados para la palmicultura.
“Los palmicultores colombianos, muy conscientes del avance de la agroindustria, han tenido muy clara la importancia de la investigación y la innovación, como base de un desarrollo sostenible, rentable y competitivo de la palmicultura”, precisó el Director General de Cenipalma Alexandere P. Cooman.
Este interés se materializó con la creación de Cenipalma, en 1991, como una entidad sin ánimo de lucro, parte del gremio palmero, dedicada a generar, adaptar, validar y transferir tecnologías en palma de aceite, su cultivo, procesamiento y consumo.
“Actualmente y gracias al constante apoyo de los palmicultores a través de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, hoy el Centro de Investigación en Palma de Aceite, Cenipalma, cuenta con oficinas en Bogotá, 3 campos y 1 estación experimental, en las cuatro zonas palmeras, con un área total de más de 1.700 hectáreas y 590 de ellas sembradas en palma de aceite, manifestó a su turno, Nicolás Pérez Marulanda, presidente Ejecutivo de Fedepalma.
Alexandre Cooman explicó que el Campo Experimental Palmar de las Corocoras cuenta con 410 hectáreas, de las cuales alrededor de 220 están sembradas con cultivos conformados por colecciones genéticas de especies de Elaeis guineensis y Elaeis oleífera, materiales comerciales, cruzamientos de E. guineensis y cultivares de híbridos interespecíficos OxG.
Estas siembras son el espacio para realizar distintos experimentos orientados al manejo de suelos en la zona, tecnologías para control y manejo de plagas y enfermedades, especialmente la Marchitez letal y la Pudrición del cogollo, y mejores prácticas de manejo del cultivo para el mejoramiento de su productividad.
“El campo, que fue adquirido en 2011, dispone de 1.489 metros para oficinas y servicios de apoyo al cultivo, 1.828 m2 de laboratorios, para un total de área construida de 3.317 m2, y alberga el Centro de Información y Documentación – CID Palmero y otros espacios de reunión, ideales para recibir a los palmicultores y demás visitantes interesados en conocer al sector palmero”, manifestó Cooman.