Con prendas de su guía y perras en celo, sigue la búsqueda de Wilson, así avanza la Operación Esperanza
El guía canino de Wilson no ha querido salir de la espesa vegetación hasta encontrar a su fiel compañero. Avanza la Operación Esperanza en la búsqueda de este héroe canino que contribuyó en el rescate de los cuatro niños indígenas.
Esta semana se cumple un mes desde que Wilson, al parecer, rompió la correa que lo unía a su guía canino, el soldado Cristian David Lara, y se lanzó a la selva tras el rastro de Lesly (13 años), Soleiny, (9) Tien Noriel (5) y Cristin (1). Los cuatro niños, que sobrevivieron durante 40 días en la espesa vegetación, aparecieron, pero se desconoce el paradero del perro rescatista.
Según las Fuerzas Militares, alrededor de 70 hombres de las Fuerzas Especiales recorren la espesa selva del Caquetá y Guaviare con el objetivo de localizar a este comando. Entre estos está su guía Lara, quien no ha parado de buscar a su fiel compañero de misión y vida.
“Él no ha querido salir del área hasta encontrar a su perrito, esos binomios generan un lazo de toda la vida. Es un lazo impresionante donde la lealtad es fundamental”, aseguran las Fuerzas Militares.
Además de los uniformados, también se integraron a dos perras en celo la Operación Esperanza. “Wilson está castrado, sin embargo, esperamos que se le active su instinto y vaya hacia las perras”, explica el general Pedro Sánchez, quien comandó la operación de rescate de los menores y ahora espera hacer lo mismo por el canino.
Además de las dos perras en celo, también se están implementando otras estrategias para dar con el paradero del perro que se robó el corazón de los colombianos y fue fundamental en el rescate de los niños.
“Dentro de las estrategias que se implementaron, se insertó en la selva dos caninos hembras en celo para activar la atracción de Wilson, se ubicó en puntos estratégicos comida que le permitan mantenerse con fuerza y prendas del guía en lugares a donde puede llegar la tropa”.
De esta manera, las Fuerzas Militares esperan que Wilson siga el olor de la ropa de su compañero Lara y pueda ser encontrado de una manera más rápida.
Cabe resaltar que los canes tienen entre 200 y 300 millones de receptores olfativos. Los humanos, por otro lado, solo tenemos 5 millones.
Los uniformados han dejado varios recipientes y tubos de plástico con concentrados y agua, de tal manera que el perro los perciba mediante el olor y se alimente para que permanezca en buenas condiciones de salud en caso de que su instinto para cazar no esté activo.
Antes de perderse, Wilson orientó a la tropa hasta puntos clave para el seguimiento y para descifrar el camino que estaban haciendo los niños.
“Esta fase II de la Operación Esperanza avanza. No se detendrá hasta que sea localizado este héroe que contribuyó al rescate de los niños hallados el pasado 9 de junio y debe volver con su familia de Comandos”, agregan las Fuerzas Militares.